El 11 de abril es el Día Mundial del Parkinson.
Esta fecha nos recuerda la importancia de visibilizar una enfermedad neurodegenerativa
que afecta a más de 10 millones de personas en todo el mundo. El Parkinson no solo altera
el control del movimiento, sino que también impacta significativamente en la calidad de
vida de quienes lo padecen y de sus familias. La investigación científica es clave para
comprender sus mecanismos, desarrollar tratamientos eficaces y mejorar el diagnóstico
precoz.
En esta línea, La Universidad Autónoma de Madrid y el Instituto de Investigación Sanitaria
del Hospital Universitario La Paz (IdiPAZ), situado en el Campus de Medicina de la UAM,
contribuyen activamente al avance del conocimiento sobre el Parkinson desde distintos
enfoques científicos.
En el Laboratorio de Neurociencia del IdiPAZ, el grupo de investigación en Mecanismos
Moleculares y Biomarcadores de la Enfermedad Neurodegenerativa estudia, entre otras
líneas, la función diferencial de las mitocondrias en la interacción entre neuronas y
astrocitos dependiente de la proteína α-sinucleína, una pieza clave en la fisiopatología del
Parkinson. Esta investigación busca desentrañar el papel que juega esta proteína en la
neurodegeneración y encontrar dianas terapéuticas potenciales.
Además, desde el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, CBM (Centro mixto UAM
CSIC) situado en el Campus de Cantoblanco de la UAM, el grupo de investigación en
Biología de las células madre en neurociencia traslacional, liderado por la profesora Marta
Pérez Pereira, trabaja con organoides cerebrales 3D generados a partir de células madre
humanas.
El grupo se enfoca especialmente en la generación de neuronas dopaminérgicas A9,
fundamentales en el Parkinson, y en el desarrollo de sistemas de cultivo innovadores
usando biomateriales y topografías micro/nanoestructuradas para favorecer la
maduración y funcionalidad neuronal. Todo ello con el objetivo de diseñar modelos más
precisos que permitan avanzar en nuevas terapias celulares personalizadas.
Desde estos centros de investigación, se continúa trabajando para encontrar respuestas a
una enfermedad compleja y multifactorial. Avanzar en la comprensión del Parkinson es
avanzar en calidad de vida, en esperanza, y en salud para millones de personas.
